El folclore Flamenco es un arte de Andalucía, nacido al Sur de España. Este arte se manifiesta en tres aspectos, en el Cante, en el Baile y en la Guitarra. Su procedencia es bastante incierta, pues al poseer raices muy antiguas y ser a su vez una manifestación popular, no se tiene suficiente documentación para aclarar dudas. La primera noticia escrita sobre el flamenco aparece en una de las "Cartas Marruecas " de Cadalso, (1774), que atribuye su origen a los gitanos, y sabiendo que éstos proceden de la India, se puede ver claramente su influencia. Desde el principio ha sido los gitanos quienes han mantenido el Flamenco vivo y lo han representado con dedicación. Otra influencia muy fuerte del flamenco es la que se remonta a la época de la España musulmana, diversos grupos etnicos del Norte de Africa que, sobre todo en Andalucía, se asentaron en la antigua edad media. Esta influencia se puede apreciar claramente en sus armonías. El cante flamenco guarda un gran paralelismo con otras manifestaciones musicales del norte de Africa, como por ejemplo la música marroquí.
La guitarra recuerda no pocas veces a manifestaciones musicales no sólo norte-africanas, sino incluso de la Africa negra. Y el baile femenino, sobre todo en el movimiento de caderas y manos se asemeja a algunos bailes norteafricanos. Todas estas influencias que, por evidentes no podemos negar, no sorprenden cuando se sabe que Andalucía estuvo tantos siglos influida por esta cultura. Adicionalmente en estas tierras convivieron diversas razas, por lo que otras influencias más remotas se pudieran aventurar en los alegres ritmos folclóricos judios, o sus antiguas músicas litúrgicas, si bien en ello no se sabe si es coincidencia o realidad.
En cualquier caso tan puro como se considera al arte flamenco, tan mestizo es al mismo tiempo. Contiene elementos sui géneris que no comparte con ningún otro folclore, al mismo tiempo que se disfrutan claramente gran cantidad de influencias que otros pueblos fueron aportando para enriquecerlo aún más. Haciendo un recorrido somero en lo que fuera la evolución del flamenco tal como lo conocemos hoy día, ya documentado y tratado profesionalmente, podemos comenzar por una época mucho más reciente, entre 1765 y 1860. En esta época encontramos tres focos de importancia que crearían escuela: Cadiz, Jerez de la Frontera, y el barrio de Triana, en Sevilla. Es a partir de esta época cuando el baile flamenco, empieza a tener un sitio entre los bailes españoles que se desarrollan en las escuelas, representándose frecuentemente en patios, ventas y salones privados cuando se celebraban fiestas.
En lo que se refiere a la guitarra, al principio no solía acompañar al cante, que normalmente se realizaba sin acompañamiento alguno, como se ha dado en llamar a palo seco, salvo percusiones con las manos o toque de palmas. Algunos compositores, como Julián Arcas, comienzan a componer temas con sonidos flamencos que iniciarían una nueva era.
Entre 1860 y 1910 se ingresa en una época más prolífica que se ha llegado a llamar La edad de oro del Flamenco. En esta época florecen los cafés cantantes, desarrollando el flamenco todas sus facetas; la instrumental, la de cante y la de baile, hasta fijar definitivamente lo que pudiéramos considerar clasicismo de lo "jondo". El baile adquiere un esplendor sin precedentes, siendo éste el mayor atractivo para el público de estos cafés cantantes y se da un gran impulso a la guitarra, como complemento fundamental e indispensable para el cante y para el baile.
Entre 1910 y 1955, el cante está marcado por lo que ha llegado a llamarse la etapa de la ópera flamenca donde mandan los cantes más ligeros como los fandangos y cantes de ida y vuelta (estos son los cantes de influencia sudamericana, que trajeron los cantaores que habían sido emigrantes en latino-america). Este camino nuevo que había tomado el flamenco no gusta a todo el mundo y en 1922 intelectuales de la Generación del 27, Falla y otros artistas, crean en Granada un Concurso, con la finalidad de buscar nuevos valores que cultiven el "cante" jondo auténtico.
A partir de 1915 se produce un ciclo de baile teatral de excepcional calidad, llevando el baile español y flamenco por todos los escenarios del mundo. El Renacimiento del flamenco surge a partir de 1955, siendo Antonio Mairena su figura principal, con ese rigor interpretativo y su afán investigador y de divulgación de la ortodoxia del cante.
El baile en esta época se desarrolla en los tablaos, que son los herederos de los cafés cantantes anteriores. Esta época cuenta con verdaderas personalidades del baile, que alternan sus actuaciones no sólo en los tablaos, sino en teatros, festivales y otros escenarios.
Los guitarristas, acompañando al cante y al baile adquieren un mayor protagonismo, alcanzando este arte su madurez. El guitarrista es actualmente no sólo acompañamiento, sino solista. Paco de Lucia marca el inicio de una nueva etapa de esplendor sin precedentes, realizando una verdadera revolución estilística en el toque. Junto a él habría que citar a otros muchos que son verdaderos virtuosos de este instrumento, como a Manolo Sanlucar. El flamenco sigue evolucionando para convertirse en universal. Al mismo tiempo que la música flamenca actual está en gran parte marcada por el mestizaje con otras músicasManolo Sanlucar como el jazz, la salsa, la bossa nova, y sones étnicos de muy diversas genealogias y geografias, podemos asistir hoy en Andalucía a espectáculos del más auténtico purismo y clasicismo flamenco interpretados por una bailaora japonesa o un guitarrista italiano ante el respeto de un gran público de entendidos. El flamenco es una música íntima por antonomasia, pero su auge lo empuja a una nueva era donde los grandes medios de comunicación son testigos de su gracia, su fuerza y su duende. Pero siempre donde mejor se sentirá, será en ese circulo pequeño de amigos donde sólo se encuentran la guitarra, la voz, y ese cuerpo bailando en una madrugada, y esto es lo que llamamos "una juerga flamenca".